Los cielos han sido el escenario de un acontecimiento que ocurre una vez
en aproximadamente cada un millón de años.
El cometa tan voluminoso
como una montaña pequeña paso este domingo sumamente cerca de Marte,
aproximándose a 140.000 kilómetros
Los cinco exploradores
robóticos de la NASA en Marte tres orbitadores y dos sobre suelo marciano
fueron redireccionados para que observaran a un cometa llamado Siding Spring
realizar su primera visita conocida al sistema solar interior. Lo mismo
hicieron las naves espaciales de India y Europa que orbitan el Planeta Rojo.
Las naves orbitales
intentaron observar la llegada de la bola de hielo, ocultas atrás Marte como
protección ante escombros potencialmente peligrosos en la cola del cometa.
Protegidos por la
atmósfera marciana, los exploradores Opportunity y Curiosity quizá han tenido
los mejores puntos de observación.
Entre los vehículos
espaciales que se encontraban situados a cierta distancia estaba el telescopio
espacial Hubble, el cual ya está manteniendo una observación definida, así como
observatorios en tierra y globos de investigación.
El cometa Siding Spring,
que recibió su nombre del observatorio australiano que lo detectó en enero de 2013.
Se aproximó a Marte desde atrás y pasó frente al planeta velozmente.
El cometa, con un núcleo
calculado en al menos 800 metros (media milla) de diámetro, proviene de la Nube
de Oort, en el margen más alejado del sistema solar. Se formó durante el
primero o primeros dos millones de años del nacimiento del sistema solar hace
4.600 millones de años y, hasta ahora, no se acercó al Sol más allá de quizá
las órbitas de Júpiter, Saturno, Urano o Neptuno. Se aproxima cada uno o más
millones de años.
Será el primer cometa de
la Nube de Oort en ser estudiado en detalle.
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