MILLONES DE ESTRELLAS
El
poder de la luna
Todas las tradiciones
otorgan a la Luna un poder sutil sobre las cosas que ocurren en la Tierra.
Algunas creencias
populares, como el efecto sobre la calidad de la madera o sobre el crecimiento
de las plantas, pueden tener explicación científica.
Las
energías lunares más conocidas
La luna actúa
principalmente mediante su luz y su fuerza gravitacional sobre la Tierra. Las
dos cosas experimentan fluctuaciones. La marea alta se produce en la parte del
planeta más cercana a la Luna, pero cuando esta alineada con el Sol y la
Tierra, los puntos de atracción solar y lunar coinciden y resulta un estado
conocido como mareas de primavera, con mareas muy altas y muy bajas.
La marea baja y alta
aparecen también en la corteza terrestre: con un periodo de 12.5 horas
aproximadamente, recorre la superficie terrestre del planeta una amplia
"joraba" que en su punto de máxima altura alcanza los 25 cm, pero nos
resulta inapreciable.
El efecto gravitacional de
la luna sobre la Tierra fluctúa alrededor de un 25% en su periodo de rotación
de 27.3 días. El motivo es que su rotación es elíptica, del tal manera que la
distancia entre la Tierra y la Luna varía entre 356.410 km y 406.740 km.
En cuanto a la luz, su
claridad fluctúa según sea la posición de la luna en relación a la tierra. La
luna muestra siempre la misma cara porque superiodo de rotación y de traslación
alrededor de la Tierra coinciden. Pero como a veces varía su velocidad de traslación
se puede ver un poco más allá de los bordes este y oeste, por lo que en
realidad vemos casi el 60% de la superficie lunar.
Durante la media luna, la
parte oscura de la superficie lunar brilla de color gris. Esta luz de luna es
luz del sol que la Tierra refleja, como si fuera un espejo, hacia la luna, que
de nuevo la devuelve hacia nosotros.
Otro tipo de influencia
lunar guarda relación con la energía electromagnética procedente del sol,
debido a que la luna interfiere en ocasiones el trayecto de los vientos
solares.
Pueden existir otro tipo
de influencias (como aquellas de las que hablan los astrólogos) pero su
naturaleza todavía resulta imprecisa.